¿Estamos preparados para el impacto de las TIC?


Por: Carlos Fernando Valencia P.*

Como punto de partida, de las múltiples definiciones existentes sobre el significado de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), , destacamos dos mencionadas por Cobo Romaní (2009) (1) para abordar la reflexión del artículo de hoy.
Desde una dimensión tecnológica, las TIC se definen colectivamente como innovaciones en microelectrónica, computación (hardware y software), telecomunicaciones y optoelectrónica -microprocesadores, semiconductores, fibra óptica- que permiten el procesamiento y acumulación de enormes cantidades de información, además de una rápida distribución de la información a través de redes de comunicación.
Desde una dimensión social, las TIC se pueden definir como herramientas que las personas usan para compartir, distribuir y reunir información, y comunicarse entre sí, o en grupos, por medio de computadores o redes interconectadas. Se trata de medios que utilizan tanto las telecomunicaciones como las tecnologías de la computación para transmitir información.
En este artículo nos interesa ir más allá de la simple definición técnica y entender cómo la innovación tecnológica ha transformado y seguirá transformando los usos y hábitos cotidianos. Los usos, porque los dispositivos móviles le permiten al ser humano, hacer más cosas que sólo hablar por télefono: escuchar noticias, música, conversar en línea con muchos sujetos a la vez, opinar, construir contenidos, participar en activismo social, etc; y los hábitos, porque la convergencia de medios y la multiplataforma, permiten llevar consigo actividades que hace 20 años eran impensables con un teléfono: geolocalización, leer la noticia de última hora, consultar indicadores económicos, revisar el estado de las vías, comprar artículos en línea, etc.
No cabe duda que hemos ganado mucho con la innovación tecnológica. Inclusive hoy, está de moda hablar de la incursión de las TIC en el ámbito educativo, su contribución al mejoramiento de procesos organizacionales y su aporte a la formación de estudiantes y ciudadanos. Pero hay que preguntarse, ¿Hasta dónde es efectivo ese alcance?, pues no sería conveniente que las TIC se usaran solamente para que el profesor "empaquete" contenidos y el proceso de enseñanza tradicional siga igual.
El entorno educativo de las TIC
Por supuesto que la apropiación adecuada de la tecnología por parte de un profesor, depende no sólo del acceso que tenga a la misma, sino de las e-competencias que él desarrolle para aprovecharla dentro de su actividad pedagógica. Más aún cuando el estudiante universitario del siglo XXI se mueve con facilidad en un entorno digital, contrasta la información que el profesor le comparte en el aula de clase y en muchas ocasiones, solamente le basta consultar en un móvil para verificar la procedencia de los contenidos.
Por eso el profesor que se limite a una o dos referencias en la red (cibergrafía) y no prepare a conciencia su encuentro con los estudiantes (prefiero este término al de "clase"), podrá ser aventajado por uno de sus pupilos, o peor aún, puesto en la palestra pública en caso de que no cite adecuadamente el sitio del cual haya tomado la información.
Otro elemento significativo a tener en cuenta en este análisis es la forma en que se están promoviendo e implementando las TIC en los diferentes países latinoamericanos. Inclusive en el ámbito empresarial, muchas empresas dicen "tenerle miedo" a las redes o a la comunicación digital, pero la verdad es que esta afirmación proviene de un desconocimiento de las mismas o por el temor a explorar un mundo nuevo, en el que no puedan tener el control. ¿Tendremos también docentes con esta prevención?

Las tecnologías digitales por sí mismas, son una gran herramienta para soportar procesos de comunicación organizacional, pero actualmente se está concibiendo en muchas organizaciones que incursionar en las TIC es comprar y llenar las oficinas de hardware y software. En el sector educativo por ejemplo, hace algunos meses citaba en uno de mis textos escritos para la Maestría, el caso de una escuela, en la que con bombos y platillos se inauguró una gran sala de cómputo con 50 equipos conectados en red. Hoy lamentablemente la sala sólo funciona dos veces a la semana para la clase de sistemas... ¿Desconocimiento por parte del Rector del potencial que tiene en sus manos? ¿Ignorancia del cuerpo docente del uso de TIC en sus procesos pedagógicos? o ¿Miedo a que los muchachos usen las redes sociales y pierdan el control?

Lo anterior se denomina "inflación digital" término planteado por Daniel (2001), citado por Piscitelli (2) y que el autor define como el aumento sostenido y generalizado del nivel de confianza frente al papel de las tecnologías en la educación; pero por otro lado, el desconocimiento de sus potencialidades y usos en la formación. Dicho de otra manera, esa confianza en que las TIC son la salvación, es una afirmación peligrosa y puede llevar a una institución o empresa a que adquiera la tecnología, pero que no sepa qué hacer con ella.
Según un informe presentado por el Instituto de Técnicas Educativas de la Confederación de Centros de Enseñanza (CECE) de España (3), el 35% de los docentes no usan las TIC por falta de conocimiento. Según las afirmaciones del propio Director del CECE, Mariano del Castillo, "muchos estudiantes saben más que sus profesores en el manejo del computador e internet y ha advertido de que, ante esta desventaja, el docente siente inseguridad porque el riesgo de error en esta profesión es muy importante".
Finalmente, aporto a la discusión un video(4) que resume el trabajo que realiza la Provincia Ibérica (España) en este ámbito de las TIC y su incursión en la educación. Presten atención a los aspectos más relevantes, pues no podemos olvidar que la responsabilidad está en manos de directivos, profesores, empresarios, gobernantes y todos aquellos que están inmersos en el sector educativo.

* Comunicador Social - Periodista. Estudiante de segundo año de la Maestría en Comunicación Digital de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín en Colombia. 2012. 


REFERENCIAS

1. Cobo Romaní, Juan C. El concepto de tecnologías de la información. Benchmarking sobre las definiciones de las TIC en la sociedad del conocimiento. Revista Zer Vol 14. No. 27 de 2009. España.
2. Cristobal Cobo ( 2010 ) ¿Y si las nuevas tecnologías no fueran la respuesta? en Piscitelli, Alejandro et al. “El proyecto Facebook y la posuniversdad.Sistemas operativos sociales y entornos abiertos de aprendizaje”, disponible en: http://www.dreig.eu/caparazon/2010/05/07/pdf-proyecto-faceboo/págs. 131- 147

4. Video sobre TIC y Educación en España. Recuperado de Canal de la Provincia Ibérica marista en: http://www.youtube.com/watch?v=ZDAstlyZkiU&feature=fvst

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